El escuadrón de la muerte. Hoy me encontré a estos
desalmados, pero bien armados, en mi retorno a los Ancares, después de diez
meses sin ir por la zona. Estuvieron un buen rato estresando a unas hembras con
crías de Rebecos. Después los guardas (el de la izquierda) tiene la poca vergüenza
de decirme un día que los fotógrafos causamos mucho estrés a los animales.