Siempre me sorprende la gran tensión que se respira cuando un animal se acerca al agua para saciar su sed, es un momento muy vulnerable para ellos y el mas mínimo ruido los pone en “modo huida” un segundo después de hacer esta foto el verderón salió como alma que persigue el diablo, un rato después regresó y muy desconfiado bebió, yo no le hice mas fotos para no molestarlo.