Pocas cosas hay en la vida que me hagan tan feliz como amanecer en el interior del bosque, ver como poco a poco la luz va pintándolo todo de color, como el olor va cambiando según sale el sol y el sonido maravilloso de los animales como va rompiendo el silencio que reinaba en la oscuridad, es sencillamente mágico y cuando ya ves al animal que quieres fotografiar delante de tu objetivo, la felicidad es plena.